11 de julio, 2016
Esta pregunta fue el punto de partida para la investigación de Daniel Romero, quien forma parte del
equipo médico científico de TQ, cuyos avances fueron presentados por nuestro colaborador en el X
Congreso Nacional / XI Seminario Internacional de Neurociencias.
Su investigación hace parte de la maestría en Ciencias Biomédicas con focalización en Farmacología y
Neurociencias que adelanta en la Universidad del Valle y fue seleccionada por el Colegio Colombiano
de Neurociencias para una exposición oral junto con otros trabajos y simposios de Colombia y el
exterior.
La importancia de la investigación radica en que busca desarrollar un sistema que permita evaluar y
elegir los fármacos más apropiados para minimizar los trastornos posteriores a una lesión cerebral
traumática (TCE).
Este tipo de lesiones, causadas principalmente por accidentes de tránsito y hechos de violencia,
pueden desencadenar enfermedades y complicaciones crónicas, entre ellas, epilepsia, Alzheimer,
Parkinson, alcoholismo, depresión, psicosis, suicidio, diversos trastornos neuroendocrinos,
disfunción sexual e incontinencia.
La prevalencia en Colombia de la aparición de secuelas de TCE es de 6,4 por cada 1.000 habitantes,
lo que significa un problema de salud pública de mayor magnitud que el que se presenta en los
Estados Unidos de Norteamérica, donde es del orden de 2,7 por cada 1.000 habitantes.
Esto se traduce para la sociedad en un aumento significativo de los costos de la atención médica y
en la pérdida de la productividad de los individuos, los cuales en su gran mayoría son jóvenes que
se encuentran en las etapas más productivas de su vida.
De ahí la necesidad de contar con recursos terapéuticos que disminuyan las secuelas y las
condiciones médicas asociadas al TCE. Se trata de un objetivo en el que las neurociencias han
trabajado durante muchos años y que aún hoy plantea desafíos para los investigadores.
La investigación de nuestro colaborador Daniel Romero, médico de la Universidad del Valle, realizada
en el Centro de Estudios Cerebrales de la misma institución, arroja como resultado un sistema para
evaluación de fármacos candidatos a convertirse en neuroprotectores.
"La eficiencia del modelo se debe a que el tejido cerebral de rata con lesiones por TCE es más fácil
de obtener que el tejido humano y permitiría una evaluación previa antes de pasar a éste, que además
es más delicado en su manipulación. En el proceso de la investigación, se podrán comprender algunas
de las interrogantes planteadas sobre el progreso de la lesión secundaria y los métodos que
actualmente se utilizan en la evaluación del TCE en humanos", precisa Daniel Romero.